Autor: AGUILAR GONZALEZ ALAN
Temática: General
Descripción: ADVERTENCIA Este es un romance oscuro de mafia para adultos. Hay escenas gráficas de violencia, muerte y secuestro. Se mencionan escenas pasadas de trauma emocional y abuso físico. Hay casos de consentimiento dudoso y tendencias extremas de acosador. Además de un hombre que es básicamente una bandera roja andante. Por favor, proceda bien informada y con precaución.
Autor: AGUILAR GONZALEZ ALAN
Temática: General
Descripción: La vida o es una aventura audaz o no es nada. HELEN KELLER
Autor: AGUILAR GONZALEZ ALAN
Temática: General
Descripción: 1Wyatt ―¿Crees que llegaré a ver el cadáver? Vi a mi hija de siete años, Penny, sin saber cómo abordar este tema particularmente morboso. Ajusté las mangas de la camisa blanca que me había puesto. ―¿Llegar o tener que hacerlo? Penny tiró del dobladillo de su vestido azul mientras se sentaba con el resto de la falda arrugada debajo de ella. Ella no hizo contacto visual, solo se encogió de hombros. Deslicé una corbata alrededor de mi cuello y trabajé para hacer el nudo correcto. ―Es un funeral, así que habrá un memorial antes de que vayamos al cementerio. No tendrás que ir ahí si no quieres, pero la gente irá a presentarle sus respetos al señor Bowlegs1. Un resoplido poco propio de una dama salió de su pequeño cuerpo cuando su rostro se arrugó. ―¿Bowlegs? ¿Ese es su nombre? ―Solo un apodo. ―¿Cuál es su verdadero nombre? Hice una pausa y me reí un poco. No tenía ni puta idea. 1 Piernas arqueadas, en inglés.
Autor: AGUILAR GONZALEZ ALAN
Temática: General
Descripción: Su respuesta fue maliciosa. ―Sabes que lo hacen. No eras exactamente conocido por tu habilidad para mantener la calma en Las Vegas. ¿No estableciste el récord de más banderas por rudeza innecesaria en una sola temporada? A su alrededor, los periodistas que llenaban las filas de mi primera conferencia de prensa en Washington se movieron incómodos. En cada una de estas cosas, un imbécil se encargaba de hacer enojar al jugador de fútbol, y casi siempre era Kevin. Si caía en su trampa y estallaba, le lanzaba un micrófono a la cara y me iba enojado porque arruinaba mi estado de ánimo, él probablemente obtendría una bonificación. Entonces, apretando los dientes y respirando profundamente, logré sonreír, incluso cuando una fría bola de miedo llenó mi estómago. ―Ese fue mi primer año en la liga, Kevin. He madurado en los últimos tres años. El imbécil resopló ruidosamente con incredulidad. ―Cuidado, Washington ―leyó en la pantalla de su teléfono―, Walker the Wild es tu problema ahora. ―Levantó una ceja―. Ese es mi titular para mañana, por si te interesa. La mujer sentada a su lado, con la insignia de ESPN alrededor del cuello, puso los ojos en blanco. Lo que quería hacer era llamarlo idiota y alejarme de todas las miradas que esperaban impacientes a que yo reaccionara. Quería decirle que Walker the Wild era el resultado de un equipo agresivo con un entrenador agresivo que sabía exactamente cómo potenciar a sus jugadores. ―Buena aliteración ―le dije―. Apuesto a que te llevó todo el día pensar en eso. Su sonrisa desapareció ante mi comentario y la pequeña ola de risas recorrió la sala.
Autor: AGUILAR GONZALEZ ALAN
Temática: General
Descripción: Su respuesta fue maliciosa. ―Sabes que lo hacen. No eras exactamente conocido por tu habilidad para mantener la calma en Las Vegas. ¿No estableciste el récord de más banderas por rudeza innecesaria en una sola temporada? A su alrededor, los periodistas que llenaban las filas de mi primera conferencia de prensa en Washington se movieron incómodos. En cada una de estas cosas, un imbécil se encargaba de hacer enojar al jugador de fútbol, y casi siempre era Kevin. Si caía en su trampa y estallaba, le lanzaba un micrófono a la cara y me iba enojado porque arruinaba mi estado de ánimo, él probablemente obtendría una bonificación. Entonces, apretando los dientes y respirando profundamente, logré sonreír, incluso cuando una fría bola de miedo llenó mi estómago. ―Ese fue mi primer año en la liga, Kevin. He madurado en los últimos tres años. El imbécil resopló ruidosamente con incredulidad. ―Cuidado, Washington ―leyó en la pantalla de su teléfono―, Walker the Wild es tu problema ahora. ―Levantó una ceja―. Ese es mi titular para mañana, por si te interesa. La mujer sentada a su lado, con la insignia de ESPN alrededor del cuello, puso los ojos en blanco. Lo que quería hacer era llamarlo idiota y alejarme de todas las miradas que esperaban impacientes a que yo reaccionara. Quería decirle que Walker the Wild era el resultado de un equipo agresivo con un entrenador agresivo que sabía exactamente cómo potenciar a sus jugadores. ―Buena aliteración ―le dije―. Apuesto a que te llevó todo el día pensar en eso. Su sonrisa desapareció ante mi comentario y la pequeña ola de risas recorrió la sala.